Recién a esta edad, 20, pude confirmar lo que sospeche hace años: hay cosas que las personas no van a dejar de ser, es parte del mundo, de la rutina, de la especie. Si bien muchas veces tratamos de ir contra eso, es de alta necesidad que se de su existencia, su irritante existencia.
¿Nos globalizamos por minuto? Pensamiento aterrador, pero bueno, es parte del delirio.